KARMELO C. IRIBARREN 2
Desde 2009, cuando se hizo la entrada de esta antología dedicada a Karmelo Iribarren hasta la actualidad ha publicado los siguientes libros:
- Atravesando la noche, Huacanamo, 2009
- Ola de frío (segunda edición), Renacimiento, Colección Calle del Aire, 2009
- Versos que el viento arrastra, El jinete azul, 2010, ilustraciones de Cristina Muller
- Otra ciudad, otra vida, Huacanamo, 2011
- Seguro que esta historia te suena. Poesía completa (1985-2012) (segunda edición corregida y ampliada), Renacimiento, Colección Calle del Aire, 2012
- Las luces interiores, Renacimiento, 2013
- La piel de la vida, Baile del Sol, 2013
- Seguro que esta historia te suena. Poesía completa (1985-2015) (tercera edición corregida y ampliada), Renacimiento, Colección Calle del Aire, 2015
- Haciendo planes, Renacimiento, 2016
- Las luces interiores (segunda edición), Renacimiento, 2017
- Mientras me alejo, Visor, 2017, prólogo de Luis Alberto de Cuenca, Premio "Los libreros recomiendan", Premio Euskadi
- La frontera y otros poemas (edición exenta), Renacimiento, 2018
- Poesía completa (1993-2018), Visor, 2019, prólogo de Pedro Simón
- Un lugar difícil, Visor, 2019, 41 Premio Internacional de Poesía "Ciudad de Melilla"
Karmelo C.Iribarren se ha afianzado como el creador de un género particular que ha conseguido un amplio público de lectores.
En octubre de 2018 le fue concedido el Premio Euskadi de literatura en castellano por su libro Mientras me alejo, pero teniendo en cuenta el carácter unitario del conjunto de su obra en cuanto a tono, temática y estilo, el jurado consideró que se trataba de una forma de reconocer su trayectoria al completo.
Más información en la web de EITB.
SELECCIÓN DE POEMAS
DEL LIBRO MIENTRAS ME ALEJO:
EXTRAORDINARIO
En una vaga sonrisa al pasar,
ven una historia de amor en ciernes;
en un mínimo rayo de sol,
un verano a pie de playa.
ven una historia de amor en ciernes;
en un mínimo rayo de sol,
un verano a pie de playa.
Tiene que ser extraordinario
ser un optimista continuamente,
sin reparar en gastos,
sin que te afecten las ruinas
que vas dejando a tu espalda.
ser un optimista continuamente,
sin reparar en gastos,
sin que te afecten las ruinas
que vas dejando a tu espalda.
LA LLUVIA SIN ALMA
Esta lluvia de verano
moja lo mismo
y puede resultar igual de inconveniente
moja lo mismo
y puede resultar igual de inconveniente
que la de invierno,
pero carece de melancolía.
Es sólo una lluvia obediente,
sin alma. Llueve
–no importa si torrencial o mansamente–
como diciéndote que ya se va,
que esperes, que es cosa
de un momento. Se ve enseguida
que no tiene intención
de traerte nada,
ni el más mínimo recuerdo.
EL QUE NO ME ATREVÍ A SER
A veces pienso en el otro,
el que no me atreví a ser.
El que estaría en este instante a su lado,
y no el que está aquí
escribiendo estas palabras;
o quizás ese que, ahora mismo, en el último bar
del último rincón del mundo,
acodado en la barra, frente a su última copa,
se estaría preguntando
por qué hizo lo que hizo...
Pero después de haber vivido.
pero carece de melancolía.
Es sólo una lluvia obediente,
sin alma. Llueve
–no importa si torrencial o mansamente–
como diciéndote que ya se va,
que esperes, que es cosa
de un momento. Se ve enseguida
que no tiene intención
de traerte nada,
ni el más mínimo recuerdo.
EL QUE NO ME ATREVÍ A SER
A veces pienso en el otro,
el que no me atreví a ser.
El que estaría en este instante a su lado,
y no el que está aquí
escribiendo estas palabras;
o quizás ese que, ahora mismo, en el último bar
del último rincón del mundo,
acodado en la barra, frente a su última copa,
se estaría preguntando
por qué hizo lo que hizo...
Pero después de haber vivido.
RELACIÓN EXTRAÑA
Para matarme
tú me añades canas, caries, tripa, años;
te tomas tu trabajo.
Yo puedo matarte a ti
en cualquier momento,
me basta mirar pasar las nubes
desde un banco.
Continuamente
cada uno utiliza sus armas
para darle muerte al otro,
y poder seguir vivos los dos.
LA POESÍA
Los parques de otoño
bajo la lluvia,
los bares últimos de la madrugada,
los ojos abismáticos
de algunas mujeres,
los hoteles, una estación desierta
un domingo en invierno por la tarde
visa desde la ventanilla
del tren...
La poesía, hace años, solía frecuentar
esos lugares,
lo sé
porque yo me la encontraba muchas veces.
Luego un día dejó de aparecer.
Una pena.
Ni se imagina
lo que podría hacerle ahora
con mi experiencia.
DEL LIBRO OTRA CIUDAD, OTRA VIDA
CONSPIRACIÓN
Para Jon Juaristi
Esa lluvia
tranquila
terca
suave
y esta memoria
mía
pero tantas veces
contra mí
y aquella infancia
en la que me prohibieron
ser feliz...
CENTRO COMERCIAL CON MENDIGO
Una caja de puros
con veinte céntimos
dentro
una botella de vino
un perro flaco sucio
enfermo
una manta marrón gris negra
del color
de la miseria
y sobre ella
en el centro
él
más allá
de la razón,
riéndose
quién sabe si de nuestra indiferencia
como un petacho
en la impoluta
sociedad del bienestar.
EL ROMANTICISMO
Dice que le regalé una estrella,
dice que fue en el puerto,
una noche de domingo,
cuando empezábamos a salir.
Yo no recuerdo nada, la verdad,
hace media vida de eso Pero
vete tú a saber. Bien mirado, puede
que hasta sea cierto: veinte años,
tonto perdido de amor,
y sin un duro en el bolsillo...
Qué otra cosa les vas a regalar.
COSAS DE POETAS
Para Pablo Casares
Un joven poeta que quiere
conocerme. Quedamos
en un bar. Hablo yo,
él me mira y escucha:
no bebo, no fumo, no creo
en la salvación del mundo...
Y luego un poco de literatura.
Pasan las horas. La euforia
inicial languidece. Le acompaño
hasta su hotel. Me ha encantado
conocerte --dice--, aunque... no sé...
te imaginaba de otra forma.
No pasa nada –le digo–,
hace unos años yo también.
DEL LIBRO ATRAVESANDO LA NOCHE
LOS BARES
Las ciudades se han puesto difíciles
últimamente,
son frías
y solitarias,
han perdido calidez;
pero aún nos quedan los bares,
esos sitios
oscuros
que se encienden
cuando se apaga todo lo demás,
esos rincones con alma,
con auténtico calor;
quién sabe
si ya el último refugio
desde el que abrir fuego otra vez
LOS DÍAS NORMALES
Llegan
y se van sin hacer ruido
–como buenos
clientes–,
luego el tiempo
los confunde en la memoria,
y ya ni sabes
si aquel era lunes o era jueves
o al revés.
Que no te engañen,
no son tan poca cosa
como parecen:
suelen poder
con el amor.
ESCUELA DE LA VIDA
La mirada
al frente,
la sonrisa
a punto,
y los zapatos
limpios.
Lo lo olvides:
Ni una sola pista
a los enemigos.
AL CAER EL SOL
Nunca lo he visto antes,
pero conozco
a ese hombre.
(Si me acercase,
distinguiría en sus ojos
ese brillo gastado,
como sin vida,
que tanto me recuerda, por cierto,
a los oficinistas
de mi infancia).
Pronto
se llevará la cerveza a los labios,
le dará un sorbo,
y volverá a dejarla
suavemente sobre la barra.Ç
Sin prisa. No la hay. No le hace falta.
Naa nuevoa va a ocurrir
y lo sabe. Se encuentra
más allá de la esperanza
en su perpetuo
atardecer.
Conozco a ese hombre, sí,
y me da miedo.
A veces, de madrugada,
poco antes de acostarme, me mira
desde el espejo.
LA SOLEDAD ES ESO
Para matarme
tú me añades canas, caries, tripa, años;
te tomas tu trabajo.
Yo puedo matarte a ti
en cualquier momento,
me basta mirar pasar las nubes
desde un banco.
Continuamente
cada uno utiliza sus armas
para darle muerte al otro,
y poder seguir vivos los dos.
LA POESÍA
Los parques de otoño
bajo la lluvia,
los bares últimos de la madrugada,
los ojos abismáticos
de algunas mujeres,
los hoteles, una estación desierta
un domingo en invierno por la tarde
visa desde la ventanilla
del tren...
La poesía, hace años, solía frecuentar
esos lugares,
lo sé
porque yo me la encontraba muchas veces.
Luego un día dejó de aparecer.
Una pena.
Ni se imagina
lo que podría hacerle ahora
con mi experiencia.
DEL LIBRO OTRA CIUDAD, OTRA VIDA
CONSPIRACIÓN
Para Jon Juaristi
Esa lluvia
tranquila
terca
suave
y esta memoria
mía
pero tantas veces
contra mí
y aquella infancia
en la que me prohibieron
ser feliz...
CENTRO COMERCIAL CON MENDIGO
Una caja de puros
con veinte céntimos
dentro
una botella de vino
un perro flaco sucio
enfermo
una manta marrón gris negra
del color
de la miseria
y sobre ella
en el centro
él
más allá
de la razón,
riéndose
quién sabe si de nuestra indiferencia
como un petacho
en la impoluta
sociedad del bienestar.
EL ROMANTICISMO
Dice que le regalé una estrella,
dice que fue en el puerto,
una noche de domingo,
cuando empezábamos a salir.
Yo no recuerdo nada, la verdad,
hace media vida de eso Pero
vete tú a saber. Bien mirado, puede
que hasta sea cierto: veinte años,
tonto perdido de amor,
y sin un duro en el bolsillo...
Qué otra cosa les vas a regalar.
COSAS DE POETAS
Para Pablo Casares
Un joven poeta que quiere
conocerme. Quedamos
en un bar. Hablo yo,
él me mira y escucha:
no bebo, no fumo, no creo
en la salvación del mundo...
Y luego un poco de literatura.
Pasan las horas. La euforia
inicial languidece. Le acompaño
hasta su hotel. Me ha encantado
conocerte --dice--, aunque... no sé...
te imaginaba de otra forma.
No pasa nada –le digo–,
hace unos años yo también.
DEL LIBRO ATRAVESANDO LA NOCHE
LOS BARES
Las ciudades se han puesto difíciles
últimamente,
son frías
y solitarias,
han perdido calidez;
pero aún nos quedan los bares,
esos sitios
oscuros
que se encienden
cuando se apaga todo lo demás,
esos rincones con alma,
con auténtico calor;
quién sabe
si ya el último refugio
desde el que abrir fuego otra vez
LOS DÍAS NORMALES
Llegan
y se van sin hacer ruido
–como buenos
clientes–,
luego el tiempo
los confunde en la memoria,
y ya ni sabes
si aquel era lunes o era jueves
o al revés.
Que no te engañen,
no son tan poca cosa
como parecen:
suelen poder
con el amor.
ESCUELA DE LA VIDA
La mirada
al frente,
la sonrisa
a punto,
y los zapatos
limpios.
Lo lo olvides:
Ni una sola pista
a los enemigos.
AL CAER EL SOL
Nunca lo he visto antes,
pero conozco
a ese hombre.
(Si me acercase,
distinguiría en sus ojos
ese brillo gastado,
como sin vida,
que tanto me recuerda, por cierto,
a los oficinistas
de mi infancia).
Pronto
se llevará la cerveza a los labios,
le dará un sorbo,
y volverá a dejarla
suavemente sobre la barra.Ç
Sin prisa. No la hay. No le hace falta.
Naa nuevoa va a ocurrir
y lo sabe. Se encuentra
más allá de la esperanza
en su perpetuo
atardecer.
Conozco a ese hombre, sí,
y me da miedo.
A veces, de madrugada,
poco antes de acostarme, me mira
desde el espejo.
LA SOLEDAD ES ESO
La calle
tras la última sesión;
veinte llamadas
perdidas
sin respuesta;
otras tantas cervezas;
en el frío gélido del amanecer,
un tipo
atravesando un parking
hacia el coche...
La soledad es eso,
ahora lo sé:
lo que hay
antes y después de tu nombre.
tras la última sesión;
veinte llamadas
perdidas
sin respuesta;
otras tantas cervezas;
en el frío gélido del amanecer,
un tipo
atravesando un parking
hacia el coche...
La soledad es eso,
ahora lo sé:
lo que hay
antes y después de tu nombre.
DEL LIBRO LAS LUCES INTERIORES
LA OTRA CONVERSACIÓN
LA OTRA CONVERSACIÓN
Que me equivocase en algún dato,
por ejemplo, en la conversación
mortalmente aburrida
que estamos manteniendo ahora mismo,
ese pequeño error, ese lapsus ridículos,
supondría para ti un motivo
de absoluta felicidad.
Para mí, en cambio, nada;
algo así como un pequeño favor
que le haces a alguien que no se lo merece.
Por eso no te lo voy a conceder.
EL PASADO
Ahora
que he dejado
el alcohol,
no veas
el cuidado
que tengo que tener
con los camareros
de mi barrio,
en cuanto se toman
dos tragos,
me cuentan mi vida.
DOMINGO TARDE
Qué hago
mirando la lluvia
si no llueve.
DEL LIBRO OLA DE FRÍO
LA NOTA DE GEORGE SANDERS
"Me aburro en esta pocilga",
dejó escrito
en un pequeño papel
el actor George Sanders,
a manera
de último adiós.
Sucedió en un hotel
de Barcelona,
hace ahora algo más de treinta años.
Siempre que pienso en ello,
me imagino a la mujer
de la limpieza,
con la nota en la mano.
LOS OLVIDADOS
No los que deciden irse,
en un fogonazo
de locura,
ceguera
o rabia,
sino
los que se qudan
aquí
(a solas,
en la oscuridad, inerrogando
a su conciencia),
como frente a un jeroglífico
sin solución.
por ejemplo, en la conversación
mortalmente aburrida
que estamos manteniendo ahora mismo,
ese pequeño error, ese lapsus ridículos,
supondría para ti un motivo
de absoluta felicidad.
Para mí, en cambio, nada;
algo así como un pequeño favor
que le haces a alguien que no se lo merece.
Por eso no te lo voy a conceder.
EL PASADO
Ahora
que he dejado
el alcohol,
no veas
el cuidado
que tengo que tener
con los camareros
de mi barrio,
en cuanto se toman
dos tragos,
me cuentan mi vida.
DOMINGO TARDE
Qué hago
mirando la lluvia
si no llueve.
DEL LIBRO OLA DE FRÍO
LA NOTA DE GEORGE SANDERS
"Me aburro en esta pocilga",
dejó escrito
en un pequeño papel
el actor George Sanders,
a manera
de último adiós.
Sucedió en un hotel
de Barcelona,
hace ahora algo más de treinta años.
Siempre que pienso en ello,
me imagino a la mujer
de la limpieza,
con la nota en la mano.
LOS OLVIDADOS
No los que deciden irse,
en un fogonazo
de locura,
ceguera
o rabia,
sino
los que se qudan
aquí
(a solas,
en la oscuridad, inerrogando
a su conciencia),
como frente a un jeroglífico
sin solución.
EL ALBA
Para Pablo G. Bao
Aquel lugar inhóspito
fantasmal
frío
en el que nunca
te quedaba un cigarrillo
y los taxis
iban siempre
en la otra dirección.
PERRO RABIOSO ELLROY EN BARCELONA
Un perro olisquea en un contenedor
de basura. James Ellroy lo ve,
se acerca, le coge
con sus dos manazas la cabeza
y la restriega contra la suya.
Luego se miran a os ojos.
Luego cada cual sigue haciendo su vida.
Dos días después
–entrevistas, firmas de ejemplares,
bromas– de regreso
hacia Los Ángeles, en el avión,
James Ellroy se acordará del perro:
"No ha estado tan mal,
después de todo, Barcelona".
EL GATO DE LA MALA NUEVA
Un gato negro mirándote
desde el alféizar.
Viene de la noche
de los tiempos,
como tú;
te informa
de que volveréis
allí.
HABITANTES DE LA NOCHE
Los tejados se confunden
con el cielo;
las farolas imprimen
en el aire
su lánguida tristeza
amarilla;
cruza un autobús
vacío,
quizás el último
de hoy.
Pienso
en los borrachos,
las putas,
los taxistas,
los auténticos habitantes
del corazón
de la noche,
los que quizás impiden
que deje de latir.
ESPIRAL DE HUMO
El cigarrillo:
esa venganza,
ese riesgo,
esa otra manera de estar en el mundo,
de matarse lentamente
por nada, sólo
por un poco de humo,
tan parecido
en eso
a veces
a lo que nos impulsa a vivir.
ESPIRA