Un poema de P.J. Harvey traducido al castellano
¿Dónde está la poesía en este tiempo en que se dice que la poesía ha muerto? ¿Dónde está cuando muchas veces no está en los millones de poemas que se publican en la red? Pues aquí, por ejemplo: en la letra de una canción de rock.
PJ HARVEY
THE LAST LIVING ROSE
Goddamn Europeans
Take me back to beautiful England
And the grey, damp filthiness of ages and battered books
And fog rolling down behind the mountains
On the graveyards and dead sea captains
Let me walk through the stinking alleys
To the music of drunken beatings
Past the Thames river, glistening like gold
Hastily sold for nothing, nothing
Let me watch night fall on the river
Moon rise up and turn to silver
The sky move, the ocean shimmer
The hedge shake, the last living rose quiver
P:J. HARVEY
LA ÚLTIMA ROSA VIVA
Malditos europeos devolvedme a la bella Inglaterra,
a la húmeda suciedad gris del tiempo y los libros maltratados,
a la niebla que rueda detrás de las montañas
sobre los cementerios y los capitanes de barco muertos
Dejadme recorrer los callejones hediondos
siguiendo la música de los puños de los borrachos
más allá del río Támesis que brilla como oro,
oro precipitadamente vendido por nada, nada
Dejad que contemple cómo cae la noche sobre el río,
la luna se eleva y se convierte en plata,
el cielo se mueve, el oceano vibra con la luz,
tiembla el seto y se estremece la última rosa viva
PJ HARVEY
THE LAST LIVING ROSE
Goddamn Europeans
Take me back to beautiful England
And the grey, damp filthiness of ages and battered books
And fog rolling down behind the mountains
On the graveyards and dead sea captains
Let me walk through the stinking alleys
To the music of drunken beatings
Past the Thames river, glistening like gold
Hastily sold for nothing, nothing
Let me watch night fall on the river
Moon rise up and turn to silver
The sky move, the ocean shimmer
The hedge shake, the last living rose quiver
P:J. HARVEY
LA ÚLTIMA ROSA VIVA
Malditos europeos devolvedme a la bella Inglaterra,
a la húmeda suciedad gris del tiempo y los libros maltratados,
a la niebla que rueda detrás de las montañas
sobre los cementerios y los capitanes de barco muertos
Dejadme recorrer los callejones hediondos
siguiendo la música de los puños de los borrachos
más allá del río Támesis que brilla como oro,
oro precipitadamente vendido por nada, nada
Dejad que contemple cómo cae la noche sobre el río,
la luna se eleva y se convierte en plata,
el cielo se mueve, el oceano vibra con la luz,
tiembla el seto y se estremece la última rosa viva